Según varios testigos, en la medianoche del sábado, tuvo lugar un hecho tan increible como insólito. La tranquilidad del bar "los cañeros" se vio truncada por la aparición de un ente animal: el loro de los cañeros. Hoy, todavía su dueño Barrera no se ha recuperado del sofocón.
En la foto se aprecia la estupefacción de algunos de los presentes porque al loro lógicamente fue imposible fotografiarlo.
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